Los planes sociales han sido una importante herramienta para ayudar a personas en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, el futuro de estos programas es incierto ya que el Gobierno ha afirmado que no habrá más planes sociales y se están proponiendo diferentes soluciones para abordar los problemas que enfrentan las personas que dependen de ellos. ¿Qué pasará con los planes sociales? Sigue leyendo para conocer más al respecto.
¿Fin de los planes sociales en Argentina? Buscan convertir planes sociales en trabajo
El Gobierno de Argentina ha reiterado su postura de no otorgar más planes sociales y en su lugar, convertirlos en empleos genuinos. La idea había sido expresada por el presidente durante la campaña electoral y ahora se está llevando a cabo en la práctica. Según el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, la manera de sacar a la gente de la pobreza no es a través de los planes sociales, sino a través del trabajo y la producción nacional.
En una conferencia reciente que duró casi una hora, el ministro Kulfas no anunció nuevas medidas, pero reiteró la estrategia oficial de no dar más planes sociales. El viceministro de Desarrollo Social, Gustavo Aguilera, también ha afirmado que no habrá más altas de planes sociales, pero que se destinarán recursos económicos en máquinas, herramientas e insumos para proyectos productivos.
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La decisión del Gobierno ha sido criticada por algunos sectores, especialmente por los piqueteros que han radicalizado aún más la discusión en torno a la pobreza en el país. Sin embargo, el mandatario ha sido contundente en su postura, enfatizando que la Argentina necesita recuperarse de otra forma, con trabajo, producción y empleo formal.
En este sentido, el Gobierno está buscando fortalecer las actividades productivas y promover el empleo formal como la mejor manera de combatir la pobreza en el país. El presidente ha destacado que el objetivo principal es cambiar los planes sociales por empleo genuino, lo que permitiría combatir frontalmente la pobreza que afecta a millones de familias argentinas.
Aunque la decisión ha generado controversia, el Gobierno parece estar decidido a seguir adelante con su estrategia de fortalecer el trabajo y la producción nacional como la manera de sacar a la gente de la pobreza en Argentina.
¿De planes sociales a trabajo? La propuesta que divide opiniones
En Argentina, existen diversos programas de ayuda social, pero no todos son considerados planes sociales. Los planes sociales son programas que brindan transferencias de dinero a cambio de una contraprestación laboral. Actualmente, se encuentra vigente el programa Potenciar Trabajo, que fusiona los programas Hacemos Futuro y Salario Social Complementario. Su objetivo es mejorar el empleo y fomentar la creación de proyectos productivos a través del desarrollo de actividades socio-productivas, socio-comunitarias, socio-laborales y de educación. Los beneficiarios reciben el 50% del salario mínimo y deben trabajar 4 horas en estas actividades.
Por otro lado, programas como la Tarjeta Alimentar o la Asignación Universal por Hijo no son considerados planes sociales, sino políticas de seguridad social con otros objetivos específicos, como promover el acceso a alimentos saludables o mejorar el acceso a la educación de los niños y adolescentes.
En cuanto a los planes sociales, algunos expertos sostienen que son la consecuencia de la falta de trabajo genuino y, por lo tanto, no pueden ser considerados como un puente hacia el empleo si este no existe en el mercado laboral.
La polémica propuesta de convertir planes sociales en trabajo ¿Que opinan los beneficiarios?
El futuro de los planes sociales es incierto, y se han propuesto diferentes soluciones para abordar los problemas que enfrentan las personas que dependen de estos programas. Uno de los planes más novedosos que se está considerando es el llamado «Puente al Empleo», pero en realidad no es nada nuevo. De hecho, ya se ha intentado algo similar en el pasado con el Plan Jefes y Jefas con Duhaldeque, que se llamó Plan Empalme y que duró hasta hace muy poco tiempo.
El Plan Empalme consistía en que las personas que recibían un plan social se inscribían en un registro de empresas y se ofrecían como mano de obra. A cambio, se les quitaban las cargas sociales porque quedaban cubiertos por el plan social y el patrón que los tomaba pagaba la otra parte, lo que correspondía a un salario mínimo vital y móvil. Sin embargo, sin ningún tipo de convenio, no iban a cobrar lo que les correspondía según el área en la que entraban, sino que iban a cobrar un salario mínimo vital y móvil completo. Esto se hacía con la idea de que el plan pagaba lo que eran las cargas patronales y la otra mitad la pagaba la empresa, lo que en realidad subsidiaba a la empresa indirectamente.
Históricamente, el Plan Jefes y Jefas y el Plan Empalme fueron un fracaso, no porque no hubiera trabajadores cualificados, sino por el uso que hicieron las empresas de ese tipo de subsidio indirecto que les regaló el gobierno de aquel entonces. Ahora, con el Puente al Empleo, se ofrece mano de obra ultra flexibilizada, sin ningún tipo de convenio, con experiencia en muchos casos, porque la mayoría de los beneficiarios de planes sociales tienen una historia de trabajo previa.
A pesar de que los planes sociales son una ayuda importante para muchas personas desfavorecidas, el problema es que, al no tener convenios ni derechos laborales, los trabajadores quedan en una situación de vulnerabilidad y explotación por parte de las empresas que los contratan. Además, esto también genera un problema para los trabajadores formales, ya que quedan mal parados ante un regimiento de gente que puede trabajar por menos dinero y sin garantías laborales.
Actualmente, se está hablando de la posibilidad de otorgar un bono a las personas que están por fuera completamente del sistema porque no reciben asistencia del Estado. Este bono reconocería que hay dos millones de personas que no reciben ninguna ayuda social, ni siquiera la más básica. Sin embargo, en lugar de dar un bono, sería más beneficioso incluir a estas personas en el sistema de Potenciar Trabajo, garantizándoles un plato de comida por un tiempo prolongado y permitiéndoles trabajar en proyectos productivos para generar cooperativas de trabajo, como se estaba haciendo en el pasado.
La idea es que el Estado invierta en herramientas para que estas personas puedan aceptar una mayor cantidad de proyectos productivos y generar ingresos que les permitan salir de su situación de pobreza extrema. De esta manera, estas personas podrían ingresar al sistema de Potenciar Trabajo, lo que les garantizaría una suma de 27.000 pesos al mes y una base a partir de la cual podrían pilotear su situación económica.
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